
Una de las principales causas de deterioro del esmalte dental, más allá del desgaste producido por el propio uso o la edad, es la disminución del pH de la boca provocado por los ácidos que se forman cuando la placa bacteriana entra en contacto con los azúcares de algunos alimentos (fundamentalmente los carbohidratos). Cuando baja el pH de la boca, se crea el ambiente propicio para que los ácidos puedan actuar, facilitando la destrucción de la superficie dentaria (esmalte) y la aparición de pequeños orificios o cavidades, comúnmente conocidos como caries.
No todas las personas son propensas a la formación de caries. Factores como la genética, la anatomía del diente o la composición de la saliva, entre otros elementos, son decisivos en la aparición de la caries. Esto explica que dos personas con idénticos hábitos de higiene bucodental y que sigan la misma dieta alimenticia, se puedan ver afectados de forma diferente por esta patología.
La formación de caries se produce a cualquier edad, aunque más frecuentemente en niños y adolescentes, ya que en este periodo se consume una mayor cantidad de alimentos con alto contenido en azúcares y la higiene bucodental es, por lo general, más deficiente. También las personas ancianas presentan una especial predisposición a la caries.
Síntomas
Una mayor sensibilidad al frío y/o calor, generalmente en el diente afectado, además de la presencia de molestias más o menos intensas, pueden ser síntomas de la presencia de caries. No obstante, hay que tener en cuenta que la caries puede no dar síntomas hasta fases muy avanzadas, una vez ha alcanzado un gran tamaño y profundidad. Por eso es muy importante que acuda puntualmente a sus visitas de revisión en nuestra consulta, ya que en ellas podremos diagnosticarlas en su fase inicial y tratarlas más fácilmente.
Tratamiento
El tratamiento más habitual para la caries es la obturación, también llamada “empaste” o “restauración de composite”. La obturación consiste en la eliminación de los tejidos dañados por la caries y el posterior rellenado de la cavidad resultante mediante un material que sustituye los tejidos duros que se han perdido por las caries y garantiza la protección de la dentina.
En la actualidad, los empastes gozan de una gran durabilidad y resistencia, aunque con el paso de los años pueden deteriorarse o fracturarse. También es común que, con el tiempo, se produzcan filtraciones alrededor de los empastes realizados. En uno y otro caso, se deberá eliminar el composite deteriorado, volver a limpiar la zona y realizar una nueva obturación.