
La revascularización
Abordamos las preguntas más frecuentes sobre la revascularización para dar continuidad al primer artículo que escribimos sobre la patología pulpar en dientes permanentes inmaduros.
-¿En qué consiste?
La revascularización es un tratamiento que busca devolver la vitalidad a un diente necrótico inmaduro para que así termine de realizar su maduración de forma fisiológica.
-¿Debido a qué se produce?
No se sabe de forma cierta, se piensa que gracias a células madre situadas en la papila apical, cuya estimulación produce una proliferación y diferenciación de éstas a odontoblastos, los cuales secretan una matriz proteica que forma la dentina que permite esta continuación en la formación radicular.
– ¿Cómo se consigue?
No hay un protocolo estandarizado. Lo más común es realizarlo en dos sesiones.
En la primera la finalidad es conseguir una adecuada asepsia. Por tanto tras la anestesia y aislamiento del diente, entraremos hasta la pulpa y eliminaremos la zona contaminada con irrigación, normalmente utilizamos el hipoclorito a concentraciones bajas, para no dañar las células madre de la papila apical y colocaremos un antiséptico durante unas tres semanas. Se han utilizado formocresol e hidróxido de calcio como tales, pero el de mayor utilización y con el que mejores resultados se ha obtenido es con una pasta tri-antibiótica, constituida por ciprofloxacino, metronidazol y minociclina. Resaltar que a diferencia de cuando tratamos el nervio en dientes maduros no utilizaremos para desinfectar la pulpa en estos dientes las limas ya que debilitaríamos aun más unas paredes ya de por sí débiles. Temporizamos estas dos- tres semanas con Cavit o IRM.
En la segunda sesión tras la anestesia, que en este caso utilizaremos sin vasoconstrictor (ya que buscamos promover el sangrado) y el aislamiento, retiraremos el material provisional y el antiséptico que habíamos colocado. Lo retiramos también con irrigación. Una vez retirado, con una lima estéril sobrepasaremos unos 2mm el ápice radicular para así conseguir un sangrado que rellene los conductos radiculares, donde quedaran las células madre que anteriormente hemos nombrado. Posteriormente sellaremos con un buen material de sellado. El más utilizado hasta ahora ha sido el MTA, el mayor problema de este es que produce tinciones dentales, por ello surgen el Biodentine y el CEM (pasta enriquecida de calcio) con propiedades similares al MTA y sin producir tinciones.
-¿Puede realizarse siempre este tratamiento en dientes necróticos inmaduros?
No, hay una serie de contraindicaciones, que son las siguientes:
- Pacientes inmunocomprometidos. Si son pacientes con las defensas bajas no podrá realizarse
- Forámenes apicales < 1`1mm, ya que significa diente más maduro y será mas difícil de conseguir ese sangrado
- Necrosis de mucho tiempo de evolución
- Avulsiones
- Grandes traumatismos
-¿Qué desventajas tiene este tratamiento?
- Resultados a largo plazo algo comprometidos (falta de continuidad, ausencia de cierre apical, calcificación del conducto)
- No protocolo estandarizado
- Desconocimiento de la naturaleza histológica del tejido formado
- Mayor coste del tratamiento
- Complicaciones:
- Decoloración coronaria, debido fundamentalmente a la minociclina y al MTA
- Desarrollo de cepas bacterianas resistentes
- Reacciones alérgicas al medicamento
En conclusión, aparece una nueva vía de tratamiento, esperanzadora y que se está viendo que consigue buenos resultados en esa gran complicación que supone para el dentista los dientes permanentes inmaduros con afectación pulpar. La odontología como el resto de ciencias, materias, profesiones, personas…evoluciona, se ha progresado y se está progresando mucho en nuevas técnicas de tratamiento dental, pero insistir que el mejor tratamiento existe desde hace mucho y debe ser nuestro pilar básico: La PREVENCIÓN DENTAL. Prevenir es mejor que curar.