
Lavarse los dientes al menos dos veces al día y acudir con regularidad al dentista son hábitos imprescindibles a la hora de mantener nuestra boca sana, pero hay otras costumbres a las que quizá prestamos menos atención, como puede ser una correcta alimentación. Una dieta sana y equilibrada es sin duda otro factor muy importante a la hora de cuidar nuestra boca. Dentro de la propia dieta hay alimentos que son muy beneficiosos particularmente para los dientes.
Como todo el mundo sabe, comer fruta y verdura es muy sano, y también beneficioso para la dentadura. Dentro de la fruta y de la verdura, las manzanas, zanahorias y apio son los mejores. Hay que comer al menos cinco piezas al día, pero tampoco hay que abusar porque un exceso de estos alimentos, que contienen azúcares naturales, puede provocar un desgaste en el esmalte.
Tomar leche y derivados de la misma puede ser también bueno para los dientes porque son alimentos ricos en calcio, fósforo y vitaminas A, D y B, así como el té verde que tiene flúor y antioxidantes (tómalo sin azúcar, mejor). También es bueno beber mucha agua porque limpia e hidrata la boca y ayuda a evitar las caries.
Los chicles sin azúcar y con xilitol pueden ser una buena opción si no se tiene un cepillo de dientes a mano porque limpian y permiten segregar saliva, que tiene agentes antibacterianos. Y como el chicle, otra “golosina” que puede parecer mala a priori es el chocolate, pero tomado con mucha moderación puede ser bueno, ya que el grano de cacao tiene elementos antibacterianos.
El aceite de sésamo es beneficioso porque colabora en la devolución de minerales a los dientes; los huevos, el pescado o las nueces aportan fósforo; las naranjas ayudan a combatir la gingivitis; los cereales y las legumbres, que tienen fibra, ayudan a segregar saliva; los frutos secos aportan magnesio a la boca; las fresas son un blanqueador natural… Como ves, hay muchos alimentos que son fantásticos para ayudar a la salud dental y encima ¡están buenísimos!